viernes, 17 de abril de 2009

No, no puedo creer
que seas para mi,
si te acercas, y llegas
y me dices: "Te quiero".
¿Amar tu? ¿Tu, belleza
que vives por encima,
como estrella o abril,
del gran sino de amar,
en la gran altitud,
donde no se contesta?
¿Me sonríe a mi el sol,
o la noche, o la ola?
¿Rueda para mi el mundo
jugándose estaciones,
naranjas, hojas secas?
No sonríen, no ruedan
para mi, para otros.
Bellezas suficientes, reclusas, nada quieren,
en su altura,
implacables.
Indiferentemente,
salen, se pintan, huyen,
dejándose detrás
afanosos tropeles
de anhelos y palabras.
Se dejan amar, si,
pero nunca responden
queriendo.
Florecer, deshojarse,
olas, hierbas, mañanas:
pastos para corderos,
juegos de niños y
silencios absolutos.
Mas para nadie amor.
Nosotros, si, nosotros,
amando, los amantes.

Pedro Salinas
La voz a ti debida

martes, 14 de abril de 2009

El anuncio de la resurrección del Señor ilumina las zonas oscuras del mundo
en que vivimos. Me refiero particularmente al materialismo y al nihilismo, a
esa visión del mundo que no logra trascender lo que es constatable
experimentalmente, y se abate desconsolada en un sentimiento de la nada, que
sería la meta definitiva de la existencia humana.

A Ti

En medio de las tristezas y agobios, de las preocupaciones que he guardado en el corazón
en medio de aquellas situaciones que he ocultado entre mis labios,
conozco tu sacrificio de amor y te doy gracias mirando la claridad de tu cielo...
Por retenerme en tus brazos y evitar que me ahogue en la desdicha del pecado.
Quiero llevar también mi corazón hasta el extremo y amarte,
entregarte en cada segundo mi vida para ser un instrumento entre tus manos,
darme a los demás con pleno amor...